Las lentes de contacto, también conocidas como lentillas, son una excelente opción para la corrección de los defectos de la visión. Proporcionan buena visión y mayor campo visual que las gafas. Corrigen tanto miopía, hipermetropía como astigmatismo, y son la mejor opción en casos de anisometropías, es decir, cuándo la diferencia de graduación entre ambos ojos es mayor de 2 dioptrías. En estos casos suele haber un problema de visión binocular, porque cada ojo crea una imagen diferente en la retina. Con lentes de contacto el efecto de la diferencia de tamaño se evita al llevar la lenta pegada al ojo.
El uso de lentes de contacto en niños no está contraindicado, es más, en algunos casos puede ser beneficioso e incluso útil como complemento a un tratamiento determinado.
Hay una gran variedad de lentes de contacto. Por ello hay que hacer una evaluación completa de la visión y de la salud ocular para determinar la lente más adecuada a cada paciente. Para saber si un paciente puede usar lentes de contacto es necesario hacer unas pruebas específicas distintas a las que se realizan en un examen visual. Es necesario un proceso de adaptación personalizada, en el cual hacemos pruebas con lentes para comprobar que se cumplan todos los requisitos y damos instrucciones necesarias para su manipulación y mantenimiento.
CONSEJOS PARA LA MANIPULACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LAS LENTES DE CONTACTO.
A la hora de manipular las lentes de contacto una higiene impecable es esencial, por eso tienes que asegurarte de tener las manos limpias antes de tocar las lentillas:
- Lávate las manos con jabón. Se recomienda un jabón que no contenga aceites, lociones o fragancias
- Sécate con una toalla sin pelusas para evitar que se adhieran a las lentillas.
- Utiliza las yemas de los dedos para manipular las lentes y evita tocarlas con las uñas.
- Antes de ponerte las lentillas acláralas con solución de limpieza y comprueba que están limpias.
Todos somos conscientes de lo importante que es mantener limpias las lentillas, pero también hay que mantener limpio el estuche dónde se guardan las lentes. Limpia regularmente el estuche portalentes con solución desinfectante nueva, deja que se seque al aire, y cámbialo periódicamente (lo ideal es hacerlo cada mes)
Sigue siempre las instrucciones y consejos que tu óptico-optometrista te ha indicado para un uso seguro de las lentes de contacto:
- Nunca utilices las lentillas más allá del período de días recomendado.
- La desinfección es esencial. El mejor momento para limpiar y desinfectar las lentes de contacto es después de quitártelas
- Nunca duermas con tus lentes puestas, salvo que estén diseñadas para uso prolongado.
- Utiliza solución de limpieza nueva cada vez que te pongas las lentes y nunca uses agua del grifo para aclararlas.
- Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos, anticonceptivos orales, diuréticos, relajantes musculares, tranquilizantes… pueden causar sequedad ocular, visión borrosa o molestias en el uso de las lentes de contacto. Si experimentas cualquiera de estos síntomas quítate las lentillas y consulta tu óptico-optometrista.
Resulta imprescindible que cumplas todas las normas y consejos que te han indicado como usuario de lentes de contacto para preservar la integridad de tu salud ocular.