La refracción ocular es un examen de los ojos que mide la prescripción de una persona para gafas o lentes de contacto.  Este examen lo realizan los profesionales sanitarios: ópticos-optometristas.

Debemos cuidar nuestra salud visual .En la mayoría de los casos los problemas visuales no son enfermedades. Entre las muchas alteraciones que puede sufrir la visión, las más conocidas son las denominadas anomalías refractivas: miopía, hipermetropía y astigmatismo.

La miopía es un defecto de refracción en el que las imágenes se enfocan por delante de la retina, en lugar de la misma retina, y ello dificulta la visión de lejos.

La hipermetropía es un defecto de refracción en el que las imágenes se enfocan por detrás de la retina, y por eso la visión es borrosa sobre todo de cerca.

El astigmatismo es un defecto de refracción en el que las imágenes se enfocan sobre la retina de forma distorsionada, debido a una alteración en la curvatura de la córnea,  afectando tanto la visión de cerca cómo la de lejos.  Con frecuencia aparece junto con miopía o hipermetropía.

La presbicia, o vista cansada, no puede considerarse   una anomalía refractiva, sino simplemente una anomalía visual que surge a partir de los 40 años. Se trata de una evolución natural de la visión debida a la pérdida de flexibilidad del cristalino.  El mejor tratamiento para la presbicia es puramente óptico. Existen varios tipos de lentes para cada una de las necesidades de los présbitas: monofocales, bifocales, progresivas y lentes de contacto                         .

REVISION PREVENTIVA. No existe una edad determinada para una revisión oftalmológica. No obstante, es recomendable examinar a un niño entre los 2 y 4 años de edad o en cualquier momento si se detecta alguna anomalía en sus ojos. Un diagnóstico precoz permite un mejor resultado en el tratamiento. A partir de los 14 años es conveniente hacer una revisión visual periódica.

AL MENOS UNA VEZ AL AÑO ACUDE A TU ÓPTICO-OPTOMETRISTA, para comprobar si realmente ves bien.